jueves, 29 de abril de 2010

Conocer a alguien

Yo puedo admirar mucho a Shakira. Leer su biografía, devorar sus discos, seguir sus noticias por la web. Puedo dar testimonio de su evolución vocal, incluso identificar el estilo de sus letras aunque no sean cantadas por ella.

Puedo admirar a Brad Pitt. Seguir su secuencia fílmica, coleccionar fotos de él, leer algun libro que contenga su biografía y seguir sus chismes en el blog de Perez Hilton.

Puedo sentirme cautivado por algun artista, escritor, pensador, gobernante y seguir su vida, sus ideas, sus libros… pero adolezco de algo: no los conozco realmente.

Se quienes son y a que se dedican pero me faltaría la parte personalísima, la interacción social.

Lo mismo sucede con Dios. Puedo conocer su obra, sus siervos, puedo estar familiarizado con su linea de pensamiento. Puedo saber mucha biblia y muchos versículos. Incluso puedo saber lenguas bíblicas que me permitan contextualizarlo. Puedo conocer racionalmente Su Palabra.

Pero aún así puedo no conocer a Dios.

Porque conocerlo es un paso personal donde mi espíritu lo invita a entrar a mi vida, a tener una vida íntima con él, una relación por medio de su hijo Jesús.

Las iglesias tienen mucha gente que saben mucha biblia y aún así no entienden a Dios. Muchas porque no lo conocen y muchas porque, conociéndolo, se fijan en lo que no es importante.

Abramos nuestro corazón para conocerle por medio de Cristo. Y quienes ya lo conozcamos fijemos la vista en su rostro y no en su rastro.

lunes, 26 de abril de 2010

Verdades para mal

La víbora de cascabel americana tiene un veneno que puede resultar mortal si ante la mordedura no se atiende a la víctima oportunamente con el antídoto correcto; lo mismo sucede con la araña viuda negra, con el monstruo de Gila y otros tantos animales alrededor del mundo.

Las especies que producen veneno lo utilizan sea para repeler a un depredador o para cazar una presa.

El 90 por ciento del veneno producido por esos animales está compuesto por proteínas. Sí, esas substancias tan idealizadas, tan buscadas para nuestra alimentación diaria. Se procura alimentar a los niños con alimentos ricos en proteínas para que crezcan sanos y fuertes y los mismos adultos incorporan en sus dietas alimentos con proteínas.

Si bien las proteínas son importantes y necesarias, la existencia de venenos como el del áspid o el cascabel nos hace recordar que una mala combinación de proteínas puede hacer mucho daño a nuestro cuerpo, al grado de enfermarnos o matarnos.

El ejemplo es oportuno porque a veces incurrimos en un uso selectivo de la verdad. Datos verídicos pensados como una proteína, como cuando una persona comenta, “no dije nada malo, dije la verdad”. Pero cuando al decirla logró un efecto destructivo en la persona o grupo estamos hablando de una mala combinación de verdades, de datos verídicos, de proteínas. Elementos que en otra circunstancia serían de ayuda, con una mala combinación de datos y sobre todo de intenciones, resultan dañinos.

Por eso es importante revisar nuestro corazón y nuestra intención antes de que nuestra boca diga cualquier palabra que, con la excusa de ser verdad, pueda llegar a ser motivo de tristeza o destrucción (Ef. 4:29)

Porque la combinación de verdades con una mala intención son como las proteínas del alacrán que ataca con su aguijón.

Son veneno.

lunes, 14 de diciembre de 2009

Enfermedad: ventana para ejercitar la paciencia

Dios siempre tiene control sobre nosotros y es mejor para nuestra vida reconocerlo en pleno dominio de todo lo que somos. Empezando por nuestra salud.

Hay diversos momentos en que nos sentimos vulnerables, pero ninguno se asemeja a la enfermedad. Durante este fin de semana tuve una infección estomacal que me obligó a pensar en esto.

A muchas personas nos gusta tener control sobre nuestra vida. Somos a veces enfermizos por tener todo controlado; y para hacerlo caemos en excesos que pueden llegar a ser insanos. ¿Todo por qué? Porque no nos gusta depender de otras personas o factores para sentirnos seguros.

¿Qué pasa con la salud? No hay peor impotencia que no saber lo que está sucediendo dentro de nosotros. Desde las causas de una náusea, de un dolor en el pecho, o cuestiones a las que les damos más atención como cualquier dolor en el tórax.

"Doctor, cúreme", "¿Qué tengo?", "¿En cuanto tiempo estaré bien?" Alivian a la mente las respuestas puntuales, "Esto no debe tardar más de tres días en salir tomando la siguiente medicina".

¿Pero cuando tarda más de tres días? ¿Cuando la medicina no aprovecha?

¿Cuando los planes se alteran? Peor aún, ¿Cuando pese a seguir toda la instrucción no mejoramos?

Esa vulnerabilidad nos causa impotencia.

Dios conoce toda molécula nuestra, todo lo que nos aqueja. Sabe la causa de cualquier migraña o alergia.

Está en su soberanía permitir esa enfermedad o evitarla o curarla. No siempre está a nuestro alcance la cura o la respuesta puntual.

A las personas que gustan de tener todo controlado, Dios les prepara lecciones que en ocasiones se basan en alterar las condiciones que no pueden controlar. Ante la soberanía de Dios sólo nos queda esperar con paciencia.

No existe mejor seguro de tranquilidad que descansar en el creador del universo.

domingo, 29 de noviembre de 2009

Contracultura cristiana

Desde los tiempos antiguos del cristianismo siempre ha estado sujeta a debate su condición contracultural. Entendiendo contracultura como una serie de valores y actitudes que se oponen a convencionalismos en aras de un mejor modelo de cultura.

Hace 2000 años el cristianismo se desarrolló en un mundo con los valores que hoy en día se siguen practicando: había lo mismo ciudades hedonistas y prósperas (como Corinto), o intelectuales (Atenas) o de plano imperiales con las ínfulas que esto implicaba (desde luego, Roma). La perdición estaba regularizada y socialmente aceptada: bacanales, excesos, idolatrías, ofrendas sexuales aberrantes a dioses paganos.

Al dejar Jesucristo la tierra, se narra la expansión de la contracultura cristiana como una opción con la sencillez de su doctrina: amar al prójimo. Cuenta el libro de Hechos que los cristianos hallaban buen favor de las personas que no lo eran, sencillamente porque se amaban.

Al amor cristiano se antepusieron luego otros valores estructurados y enlistados por Pablo en sus epístolas. Al amor, se sumó y muy importante, la moral cristiana. No como camisa de fuerza (como ahora muchos la conceptúan) sino como método de liberación de mucho tipo de esclavitudes. Al generalizarse esos valores, occidente dio un vuelco en su práctica moral.

No ha sido sino hasta hace 15 años que occidente mismo ha cuestionado estos valores para cambiarlos por una propuesta presuntamente "liberadora" de los "tapujos y del puritanismo".

De tal manera que lo que empezó como contracultura, ahora es el código establecido, contra el cual luchan las propuestas contraculturales. El movimiento GAY, por ejemplo, se entendió en sus inicios como contracultura y en esa calidad ganó varias batallas culturales que lo hizo una propuesta secular aceptable para el mundo. Hoy los gays son normales, son la norma.

Volviendo al cristianismo, ¿Cómo volver al encanto de la contracultura? Cristo alertó en Apocalipsis contra la pérdida del "primer amor". Es acaso la capacidad de asombro, de buscar sentido contracultural de debate, donde residió el encanto del cristianismo que luchó contra un mundo sin sus valores y en muchos ámbitos, y sobre todo el espiritual, triunfó.

Dos mil años más tarde sigue la pugna contracultural, el mundo sigue necesitando amor. ¿Seguimos siendo aptos como nuestros hermanos de Jerusalén para ganar el favor de quienes no son como nosotros sencillamente porque amamos al prójimo?

Amor sigue siendo la respuesta. ¿Lo prodigamos?

domingo, 22 de noviembre de 2009

Sermones 22 de noviembre

Compartimos con ustedes los sermones compartidos a la Iglesia Bautista Genesaret (San Nicolás de los Garza, México) el 22 de noviembre, por el pastor Rolando López Robledo

Por la mañana



Por la tarde

viernes, 20 de noviembre de 2009

Innovación

Dios se ha valido de innovaciones para bendecir a su pueblo con conocimiento. Desde el Deuteronomio, Jehová ordenó un conjunto de acciones que ahora nos parecen obvias pero en su momento fueron grandes innovaciones: platicar sus portentos y sus favores lo que dio inicio a la tradición oral, publicarlos en las calles, en una palabra: comunicarlos.

Ahora que la Biblia llega al Xbox, el sistema de videojuegos creado por Microsoft, tan popular como PlayStation y Wii, conviene preguntarnos si estamos a la altura de los tiempos para comunicarnos con el mundo.

No debemos permitir que mientras nuestros niños y jóvenes se suben a la supercarretera de la información en las computadoras de casa, o juegan Xbox o Wii, los adultos nos aferremos a la vida como era antes, negando la realidad de un entorno marcado por la tecnología.

Jesús utilizó lo último en tecnología al enseñar desde montes para estar visible a sus oyentes, desde barcas hacia la multitud en la playa. Además, la Biblia fue el primer libro impreso por Gutenberg, y siglos más tarde ya tiene varios años en internet por sistemas como BibleGateway. Ahora, está en Xbox.

En donde proceda, que sea una excelente oportunidad para que los padres y pastores de jóvenes acerquen a esta generación, la "generación N", a la Palabra de Dios.

viernes, 13 de noviembre de 2009

Deja James Dobson programa radial

Según lo reportaron AP y Christianity Today el renombrado autor evangélico James Dobson ya había renunciado en 2003 a la presidencia de la organización fundada por él denominada "Enfoque en la familia". Conducirá el famoso programa del mismo nombre hasta el próximo mes de febrero.

Quien haya leído libros para creyentes evangélicos como: "Cuando lo que Dios hace no tiene sentido", o "Atrévete a disciplinar", se ubicará en la trascendencia del autor. Alguna vez escuché sus transmisiones. Atinadas cuando da consejería.

Como apunte personal puedo decir que los libros de Dobson han sido de bendición y tiene un enfoque muy positivo y sano sobre la familia cristiana en aspectos de: enfrentar crisis, educación de los hijos, ser embajadores culturales. Lo único es que no concuerdo con su visión política sobre las guerras culturales y aunque quisiera que no fuera así, no la considero una diferencia menor. Tal vez luego lo comentemos.

Mas información sobre Dobson en Enfoque a la Familia.